Piezas de arte dentro de la decoración rústica

Integrar una pieza artística en la decoración rústica será siempre un acierto. Los cuadros, esculturas e incluso muebles que son obra de un artista emergente o reconocido agregan valor y estilo al interiorismo. Además, se tratan de elementos atemporales que no desentonarán si se sabe cómo ubicarlas.

El primer paso será investigar en internet y en el mercado local sobre las obras existentes. De esta manera, se puede desarrollar el gusto y determinar qué tipo encajará con el estilo rústico de la vivienda. Igualmente, se explorarán los precios y sabrá cuáles se ajuntan a su presupuesto. El arte casi siempre resulta costoso, pero es una inversión que vale la pena.

El interiorismo rústico apuesta por lo natural, así que bajo este enfoque se deberá hacer la escogencia. Las esculturas en madera, hierro, bronce, piedra y sus combinaciones son ideales. Los cuadros inspirados en la naturaleza o el ambiente rural son estupendos. Se puede apostar por piezas modernas, más de estilo industrial, pero que no choquen con la sencillez del aire campestre.

Sillas, mesas y muebles de diseño innovador elaborados con elementos naturales o reciclados también se integrarán al estilo. Buscar artesanos reconocidos es una gran opción. Especialistas como Emilio Tortajada con amplia trayectoria resultan inspiradores. Complementos como los que ofrece este fabricante de manivelas y piezas de herraje artesanal, no están de más. Basta con echar un vistazo a su catálogo de productos.

Una vez seleccionada la obra, hay que ubicarla adecuadamente en la estancia donde irá. Factores como el color, iluminación y función de la habitación tiene que armonizar con la pieza. El tamaño de la obra y del lugar también deberá contemplarse.

Tener de fondo una pared blanca o en un tono neutro siempre hará que destaque la creación artística. Igualmente, colocar luz direccional que enfoque la pieza suele ser un acierto. La luz natural también es importante, no querrá que el elemento esté en un rincón oscuro fuera de la vista. Este debe ganar protagonismo dentro del espacio.

Si se trata de un cuadro sencillo, elegir un marco llamativo es buena idea. En las decoraciones rústicas lucen muy bien los que son gruesos, en madera labrada o los dorados con aire “vintage”. Si por el contrario, la pintura es muy colorida y llamativa, un marco sencillo y delgado o simplemente sin él, lucirá excelente.