Sala de tornos de la fábrica La Maquinista Valenciana, a finales del siglo XIX.
La empresa Emilio Tortajada, tiene sus raíces en 1886. Es desde entonces que nos hemos convertido en una empresa líder en la fabricación y comercialización de nuestros productos de cerrajería y herraje castellano, posicionándonos para ser identificados como símbolo de excelencia. Desarrollamos, fabricamos y comercializamos artículos de excelente calidad.
Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
Una de las principales razones, es la apuesta por la industrialización que hizo en su momento Emilio Tortajada Eres (como 3º generación), en la década de los años 70 del siglo XX. Una decisión que, con el devenir de los años, se ha ratificado como fundamental para la evolución de nuestra industria. Fue en aquel momento, cuando Emilio Tortajada Eres apostó por implantar todo un conjunto de maquinaria. Toda ella fue fabricada por él mismo, para automatización y mejora de los puestos y condiciones de trabajo. Hoy en día, todavía la usamos en nuestra fabricación y producción.
Y es que, cabe recordar que, en aquella década, las exportaciones industriales de la Comunidad Valenciana se triplicaron entre 1967 y 1971. Fue una evolución en consonancia con el cambio estructural que estaba experimentando la economía valenciana, al igual que la española, desde los años 50. Según publicó Las Provincias, en un reportaje sobre el sector, el despegue de las exportaciones industriales valencianas, a mediados de los 60, estuvo conducido por un variado conjunto de producciones, mayoritariamente industrias ligeras de bienes de consumo, que venían caracterizando al sector secundario regional al menos desde el primer tercio del siglo XX: calzado, textil, alimenticias, cerámica, productos metálicos, madera, mueble y juguete.
Ya en 1930 estos sectores empleaban a más de las dos terceras partes de los trabajadores industriales valencianos y tres décadas después su peso relativo todavía era mayor. Fueron también estos sectores los que tuvieron un crecimiento comparativamente más intenso en la región, respecto al conjunto de España.
Mientras que un estudio analítico realizado por el Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana, señala que, en 1958, la industria valenciana mostraba un perfil sectorial en que los coeficientes más elevados correspondían a los siguientes sectores: muebles y accesorios, regenerados textiles, calzado, cerámica, loza y alfarería, maquinaria para la industria de la piel, del caucho y de los materiales plásticos, cordelería, pastas de papel y cartón, papel, artículos de caucho, derivados del cacao y chocolate, turrones, tenerías y talleres de acabados, planografía y litografía, tapizado y decorado, productos minerales no metálicos (yesos, cales etc.), vidrio y productos del vidrio, cemento hidráulico, y ‘otras industrias fabriles’ (juguetes etc.).
Según este análisis, fue en 1975 cuando las nuevas facilidades para disponer de crédito y de materias primas, la fuerte mejora en los niveles de consumo de la población, y la disponibilidad de una mano de obra abundante y barata, contribuyeron a impulsar un fuerte despegue de la inversión, que modernizó y transformó de forma espectacular la estructura industrial valenciana, aunque sin alterar sus rasgos básicos en cuanto a la especialización productiva y la localización espacial. Los sectores tradicionales aprovecharon la coyuntura favorable para absorber importantes innovaciones tecnológicas y hacer uso de nuevos materiales.
Desde Emilio Tortajada hemos ido innovando y mejorando nuestros procesos y materiales, año tras año, para estar al día en el mercado nacional e internacional, sin perder la esencia de nuestros orígenes.
La primera pregunta que nos surge ante este post, es ¿por qué lo tradicional está de moda? Para lo que hemos encontrado diferentes razones; La primera de ellas es que “Lo tradicional no tiene por qué significar siempre rústico“. Si hablamos de tradicional como de un tipo de estilo en la decoración, ciertos elementos se …
Era 1886 cuando en la localidad valenciana de Massamagrell, Don José Tortajada Orón abrió un pequeño taller de reparación de hierro. Su dedicación esfuerzo y buen hacer de una actividad totalmente artesanal cuando la revolución industrial era inminente, hicieron que el ‘Mañà’, como se conocía en Massamagrell a Don José, se hiciera un importante nombre …
El auge del turismo rural en nuestro país está favoreciendo las escapadas a los destinos de montaña, tanto para desconectar en un sólo día como para dedicar varios días con la idea de poder practicar diferentes actividades al aire libre o disfrutar de rutas gastronómicas. Por cercanía, nos hemos decantado a hacer una escapada a Aín, que según la guía de Valencia …
Esta semana hemos tenido el gusto de visitar FUNDACIÓN BANCAJA para descubrir una exposición dedicada al artista valenciano Vicente Ortí ‘EL INTÉRPRETE DE LA MATERIA’ en su esencia primaria. Una exposición pensada como si fuese un paseo por su taller, donde se muestra su versatilidad, su prodigiosa capacidad para trabajar cualquier material, para pulir las maderas, para soldar los hierros, …
La apuesta por la industrialización, el ADN de Emilio Tortajada
Sala de tornos de la fábrica La Maquinista Valenciana, a finales del siglo XIX.
La empresa Emilio Tortajada, tiene sus raíces en 1886. Es desde entonces que nos hemos convertido en una empresa líder en la fabricación y comercialización de nuestros productos de cerrajería y herraje castellano, posicionándonos para ser identificados como símbolo de excelencia. Desarrollamos, fabricamos y comercializamos artículos de excelente calidad.
Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
Una de las principales razones, es la apuesta por la industrialización que hizo en su momento Emilio Tortajada Eres (como 3º generación), en la década de los años 70 del siglo XX. Una decisión que, con el devenir de los años, se ha ratificado como fundamental para la evolución de nuestra industria. Fue en aquel momento, cuando Emilio Tortajada Eres apostó por implantar todo un conjunto de maquinaria. Toda ella fue fabricada por él mismo, para automatización y mejora de los puestos y condiciones de trabajo. Hoy en día, todavía la usamos en nuestra fabricación y producción.
Y es que, cabe recordar que, en aquella década, las exportaciones industriales de la Comunidad Valenciana se triplicaron entre 1967 y 1971. Fue una evolución en consonancia con el cambio estructural que estaba experimentando la economía valenciana, al igual que la española, desde los años 50. Según publicó Las Provincias, en un reportaje sobre el sector, el despegue de las exportaciones industriales valencianas, a mediados de los 60, estuvo conducido por un variado conjunto de producciones, mayoritariamente industrias ligeras de bienes de consumo, que venían caracterizando al sector secundario regional al menos desde el primer tercio del siglo XX: calzado, textil, alimenticias, cerámica, productos metálicos, madera, mueble y juguete.
Ya en 1930 estos sectores empleaban a más de las dos terceras partes de los trabajadores industriales valencianos y tres décadas después su peso relativo todavía era mayor. Fueron también estos sectores los que tuvieron un crecimiento comparativamente más intenso en la región, respecto al conjunto de España.
Mientras que un estudio analítico realizado por el Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana, señala que, en 1958, la industria valenciana mostraba un perfil sectorial en que los coeficientes más elevados correspondían a los siguientes sectores: muebles y accesorios, regenerados textiles, calzado, cerámica, loza y alfarería, maquinaria para la industria de la piel, del caucho y de los materiales plásticos, cordelería, pastas de papel y cartón, papel, artículos de caucho, derivados del cacao y chocolate, turrones, tenerías y talleres de acabados, planografía y litografía, tapizado y decorado, productos minerales no metálicos (yesos, cales etc.), vidrio y productos del vidrio, cemento hidráulico, y ‘otras industrias fabriles’ (juguetes etc.).
Según este análisis, fue en 1975 cuando las nuevas facilidades para disponer de crédito y de materias primas, la fuerte mejora en los niveles de consumo de la población, y la disponibilidad de una mano de obra abundante y barata, contribuyeron a impulsar un fuerte despegue de la inversión, que modernizó y transformó de forma espectacular la estructura industrial valenciana, aunque sin alterar sus rasgos básicos en cuanto a la especialización productiva y la localización espacial. Los sectores tradicionales aprovecharon la coyuntura favorable para absorber importantes innovaciones tecnológicas y hacer uso de nuevos materiales.
Desde Emilio Tortajada hemos ido innovando y mejorando nuestros procesos y materiales, año tras año, para estar al día en el mercado nacional e internacional, sin perder la esencia de nuestros orígenes.
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