Añade elegancia al dormitorio

Dormitorio. Cuando se habla de una habitación elegante, se suele referir a algo hermoso, sencillo y de buen gusto. El dormitorio es un sitio para el descanso y la relajación, por ello dar ese toque de distinción, en el que se evitan las distracciones y se apuesta a la sobriedad, es perfecto. Para conseguirlo hay que seguir algunas pautas básicas.

Lo primero es entender que para que un ambiente sea elegante la cantidad de objetos, estímulos y colores deben ser pequeños. Esto añade confort y sofisticación. No hay que olvidar detalles importantes como las manivelas, bisagras, perchas y piezas de herraje en general. Emilio Tortajada cuenta con un catálogo amplio donde hallará distinción y sofisticación en estas piezas.

El blanco es el tono por excelencia para dar elegancia a un cuarto. Espacios más luminosos y más grandes visualmente, es lo que consiguen unas paredes blancas como la nieve. Un suelo de madera clara será el complemento ideal para añadir distinción. El negro será el compañero perfecto para el blanco. Detalles como el cabezal de la cama, una silla, baúl o mesa de noche oscuros, destacarán con armonía en el lienzo claro.

Otro tono que regala lujo y un poco de audacia es el dorado. Por ejemplo, Anadir una lámpara de techo central grande y moderna con el brillo de dorado hará sentir a sus ocupantes como de la realeza. Igualmente, los marcos de cuadros, portarretratos o espejos en ese tono oro otorgará el efecto deseado. El plateado y el gris son muy elegantes también.

El empleo de las texturas adecuadas es importante. Colchas de terciopelo, objetos o lámparas de cristal, muebles tallados de madera y alfombras mullidas son el must decorativo. Los sentidos deben albergar ese lujo. Las cortinas no pasan desapercibidas en este concepto. Que la tela sea fina pero que cubra la luz, también que sea más larga que la ventana, e incluso que se acumule un poco en el piso, es lo ideal. Sabanas claras y de algodón egipcio serán la guinda del pastel.